domingo, 1 de diciembre de 2013

ESTUDIANTES DE ESO ANTE LA CRISIS




   En clase de Ética de 4º E.S.O., leíamos el otro día, el segundo capítulo de Ética para Amador, de Fernando Savater, y en él, el autor se refiere a un ejemplo de Aristóteles respecto a las decisiones que tenemos que tomar los humanos en nuestra vida: no pueden ser siempre fruto de nuestro capricho, sino que hay que escoger entre las circunstancias que se nos presentan. El ejemplo en cuestión, era el de un capitán de barco que se ve sorprendido por una tormenta a mitad de la travesía, con el barco cargado con un flete por entregar y que le había sido confiado por su dueño, y una tripulación que le obedecía como era esperado, pero por la que él debía velar. Con la tormenta, el barco está a punto de irse a pique, y entonces el capitán se plantea qué debe hacer en tal caso: tirar al mar parte de la carga, con lo que no cumpliría con la palabra dada al dueño de la carga de que la depositaría íntegra y en buenas condiciones en el puerto de destino, o bien, tirar por la borda a alguno de los marineros de su tripulación, ya que quedarían otros capaces de realizar la tarea suya y la de los sacrificados.

   El tema encendió el debate en clase, de forma que les propuse una reformulación del problema en términos más actuales: cambiamos el barco por una fábrica que empieza a perder beneficios, y la disyuntiva entre los marineros o la carga, por la disyuntiva de rebajar los beneficios del  empresario o echar a la calle a un 25 % de los trabajadores.

  De entre las redacciones que realizaron tras debatir el problema , hay una que quiero compartir, tanto por la distinción que hace el alumno entre ética y eficacia como perspectivas para abordar el problema, como por su visión de la sociedad actual. 

   El alumno es Emilio Pérez Pastor, de 4º E.S.O. en el I.E.S. Benejúzar, de Benejúzar (Alicante).

TRANSCRIPCIÓN DE LA REDACCIÓN:

   "Desafortunadamente vivimos en un mundo en el que la codicia y la avaricia están presentes en muchas personas, y esto perjudica a la sociedad. A veces la gente suele hacer todo lo posible para mantenerse en la cima, aunque estos actos estén en contra de la ética y estén mal vistos.

   Desde un punto de vista ético, lo correcto es ganar menos y mantener a los trabajadores trabajando en condiciones normales , aunque ésto suponga una disminución de los beneficios obtenidos, ya que antes de mirar por uno mismo, debemos tener en cuenta si los demás van a salir perjudicados, y ponernos en la piel de los trabajadores. Un poco de compasión, al fin y al cabo.

Desde el punto de vista de la eficacia, es obvia la respuesta: despedimos a los trabajadores y nos mantenemos en el monopolio del privilegio".

  Palabras que nos deberían mover a los adultos a reflexionar acerca del mundo que le estamos dejando a nuestros jóvenes.